
El desplazamiento forzado en Tarazá, causado por enfrentamientos entre el Clan del Golfo y el ELN, ha generado una crisis humanitaria que supera la capacidad de respuesta local.
A pesar del despliegue militar, la población afectada exige una intervención integral del Gobierno Nacional, denunciando que las alertas tempranas no fueron atendidas a tiempo.