
El ataque en Anorí, que resultó en la muerte de un oficial y tres heridos, fue catalogado como una grave violación al DIH por poner en riesgo a civiles y atacar una misión médica. Este evento ha generado la imposición de un toque de queda y ha puesto de manifiesto la crítica situación de seguridad en la región, atribuida a disidencias de las Farc.