
La decisión del Gobierno de establecer una retención del 0% para todos los pagos electrónicos, en lugar del 1,5% propuesto, evidencia una respuesta directa a la retroalimentación ciudadana y sectorial. Esta medida prioriza el fomento de la economía digital y la trazabilidad financiera sobre un recaudo inmediato, buscando fortalecer la formalización y la lucha contra la evasión fiscal en el largo plazo.










