
El conflicto se define por la firmeza de la DIAN en aplicar el IVA del 19% a los combustibles importados como parte de las obligaciones aduaneras, frente a la advertencia de Reficar sobre un posible cese de operaciones si se aplican medidas de cobro coactivo. Aunque la DIAN ha negado la existencia de embargos actuales, su postura de que el impuesto es adeudado mantiene a las empresas en una situación de incertidumbre legal y financiera con potenciales repercusiones para el abastecimiento de combustible en Colombia.


