
El regreso de Álvaro Uribe al Senado es una apuesta clave del Centro Democrático para revitalizar su fuerza electoral en 2026, utilizando su liderazgo para impulsar una lista cerrada. No obstante, su candidatura depende enteramente del desenlace de su proceso judicial por soborno y fraude procesal, lo que añade un alto grado de incertidumbre a la estrategia del partido.