
El anuncio de la candidatura de Álvaro Uribe al Senado en 2026, ocupando el puesto 25 en una lista cerrada, representa una jugada política de alto impacto para el Centro Democrático. No obstante, su aspiración depende completamente del resultado de sus procesos judiciales, generando un escenario de incertidumbre legal y electoral que definirá la estrategia de la derecha para las próximas elecciones.