
La elección de Carlos Camargo como magistrado de la Corte Constitucional con 62 votos representó una derrota significativa para el Gobierno Petro, que respaldaba a María Patricia Balanta. Este resultado provocó la inmediata solicitud de renuncia a tres ministros de partidos aliados (La U, Liberal, Verde) y la declaración del presidente sobre una reconfiguración total de la coalición en el Senado, mientras la oposición celebró el hecho como una victoria para la independencia de poderes.