
El nuevo esquema de cotización flexible es una política clave para combatir la informalidad laboral, al permitir aportes proporcionales a la seguridad social para quienes ganan menos del salario mínimo. Su éxito dependerá de la adopción efectiva por parte de los empleadores y de su capacidad para integrar a un amplio sector de la fuerza laboral actualmente desprotegida.