
La propuesta gubernamental de unificar la retención en la fuente para todos los pagos electrónicos enfrenta una fuerte oposición del sector financiero y expertos, quienes argumentan que, a pesar de buscar equidad tributaria, podría frenar la digitalización, perjudicar a los pequeños comercios y desincentivar el uso del recién lanzado sistema Bre-B.










