
El incidente en Andrés DC, donde una máquina de humo defectuosa hirió a varios clientes, ha generado indignación pública y un escrutinio sobre los protocolos de seguridad del restaurante. Aunque la empresa se disculpó y suspendió el uso del equipo, los testimonios de las víctimas ponen en duda la respuesta inicial del establecimiento y recuerdan fallas de seguridad previas, lo que ha motivado la intervención de las autoridades distritales.