
El secuestro de Miguel Ayala resalta la grave crisis de seguridad en el Cauca y el riesgo latente en corredores viales estratégicos. La reacción pública y el pronunciamiento de su padre, Giovanny Ayala, convirtieron el hecho en un tema de alta sensibilidad nacional, evidenciando la intersección entre la violencia del conflicto, la cultura de la celebridad y el poder de las redes sociales para amplificar el clamor por la justicia y la paz.







