
El incidente de las cámaras ocultas en un hotel de Turbaco, amplificado por las redes sociales, ha generado una importante discusión pública sobre la privacidad de los huéspedes. Mientras la pareja afectada denuncia una grave violación a su intimidad, el propietario del establecimiento defiende el uso del dispositivo por razones de seguridad, dejando que la investigación formal aclare los hechos y establezca las responsabilidades correspondientes.