
El llamado a juicio de Iván Name y Andrés Calle por parte de la Corte Suprema de Justicia marca un punto de inflexión en el escándalo de la UNGRD, llevando a los expresidentes del Congreso a enfrentar cargos por cohecho y peculado. La decisión subraya la gravedad de las acusaciones sobre el uso de fondos públicos para influir en la agenda legislativa y traslada el caso a una nueva fase procesal que definirá su responsabilidad penal.