
La reforma tributaria 2025 es la apuesta fiscal más grande del gobierno Petro, buscando un recaudo récord para financiar un presupuesto expansivo. Aunque el Ejecutivo la defiende como una medida de equidad y responsabilidad fiscal, enfrenta una fuerte resistencia política y gremial que advierte sobre sus potenciales efectos negativos en la economía, la inflación y el bolsillo de la clase media, lo que augura un trámite legislativo complejo.