
La posible entrega de misiles Tomahawk a Ucrania marca un momento crítico, que podría fortalecer la capacidad ofensiva de Kiev pero a la vez arriesgar una escalada militar directa y una mayor confrontación entre Estados Unidos y Rusia.
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La posible entrega de misiles Tomahawk a Ucrania marca un momento crítico, que podría fortalecer la capacidad ofensiva de Kiev pero a la vez arriesgar una escalada militar directa y una mayor confrontación entre Estados Unidos y Rusia.

La campaña de bombardeos sistemáticos de Rusia contra la red energética de Ucrania constituye una grave escalada con el objetivo de crear una crisis humanitaria, utilizando el clima invernal como un arma para presionar a la población civil y al gobierno de Kiev.

La retención de 35 soldados colombianos en Ucrania expone la precaria y peligrosa realidad de los combatientes extranjeros, quienes enfrentan abusos y una falta de protección mientras sus gobiernos intentan gestionar las complejas repercusiones diplomáticas.

La explotación sistemática de combatientes colombianos en Ucrania, mediante reclutamiento engañoso y abuso, revela una faceta oscura del conflicto, donde la vulnerabilidad económica es utilizada para nutrir una guerra ajena con consecuencias fatales.

La feroz intensificación de los combates en Zaporiyia refleja su importancia estratégica en la guerra, con ambos ejércitos inmersos en una brutal campaña de bombardeos que agrava la destrucción y la crisis humanitaria en la región.

Los ataques con drones ucranianos en territorio ruso marcan una fase significativa del conflicto, en la que Kiev demuestra su capacidad para proyectar su poderío militar y trasladar la guerra al interior de las fronteras de Rusia.