
El asesinato de Andrii Parubii, una figura emblemática del movimiento proeuropeo en Ucrania, ha sido condenado por el liderazgo ucraniano y atribuido por muchos a una operación rusa. El crimen subraya la intensa polarización y los riesgos que enfrentan las figuras políticas en el contexto de la guerra, mientras que Rusia sugiere que podría ser el resultado de luchas de poder internas en Kiev.