
En una cumbre en París, 26 naciones se comprometieron a garantizar la seguridad de Ucrania tras el fin de la guerra, contemplando incluso el despliegue de tropas. La iniciativa busca disuadir a Rusia de futuras agresiones, pero su éxito depende en gran medida de la obtención de un respaldo concreto por parte de Estados Unidos, cuya participación bajo la administración Trump sigue siendo incierta.