
El atentado en Loreto, atribuido al frente 36 de las disidencias como represalia, no solo causó daños materiales sino que reavivó la preocupación por el terrorismo urbano en Medellín. La rápida y coordinada respuesta de la Alcaldía y la Gobernación, con refuerzos militares y recompensas, subraya la gravedad de la amenaza y la determinación de las autoridades para combatirla.