
La aceleración de la inflación a 5,51 % en octubre, impulsada por los precios de regulados como el gas y la persistencia de la inflación básica, consolida un escenario desafiante para la política monetaria. Esto limita el margen para nuevos recortes de tasas de interés y podría incluso abrir la puerta a alzas, mientras condiciona de manera crucial la inminente negociación del salario mínimo para 2026.











