
La severa caída del precio de Bitcoin por debajo de niveles críticos como los USD 100.000 y USD 90.000 fue impulsada por la incertidumbre macroeconómica, la liquidación de futuros y la debilidad en el sector tecnológico. Mientras los inversores minoristas vendieron presas del pánico, algunos actores institucionales y el gobierno de El Salvador vieron la corrección como una oportunidad de compra estratégica, reflejando una divergencia en la percepción del mercado a largo plazo.










