
El intercambio de restos mortales entre Israel y Hamás es un componente crucial del actual alto el fuego, aunque su progreso es lento y está marcado por acusaciones mutuas. La devolución de 28 cuerpos de rehenes por parte de Hamás y 45 de palestinos por parte de Israel es una condición para avanzar en la tregua, lo que subraya la profunda desconfianza y los obstáculos logísticos que enfrenta el proceso.




