
El envío del portaaviones USS Gerald R. Ford al Caribe constituye una contundente demostración de fuerza por parte de Estados Unidos, que, si bien se enmarca oficialmente en una operación antinarcóticos, es percibida mayoritariamente como una táctica de presión militar directa contra el gobierno de Nicolás Maduro, elevando las tensiones a un nivel sin precedentes en décadas.









