
El asesinato del secretario de Gobierno de Pradera, José Dorien Jiménez, subraya la vulnerabilidad de los funcionarios públicos en Colombia y la persistente amenaza de la violencia armada. La respuesta de las autoridades, incluyendo una millonaria recompensa, busca llevar a los responsables ante la justicia y atender la crisis de seguridad en el Valle del Cauca.