
El secuestro de 45 militares en El Tambo por parte de civiles, presuntamente instrumentalizados por disidencias, subraya la grave crisis de seguridad en el Cauca y el uso de la población como escudo humano. La respuesta del Gobierno se ha centrado en el diálogo y la persecución de los responsables, mientras se busca la liberación de los uniformados restantes.