
El despliegue del portaaviones USS Gerald R. Ford en el Caribe ha provocado una escalada de tensión sin precedentes, con Venezuela respondiendo mediante una masiva movilización militar. Mientras Estados Unidos justifica la operación como una misión antinarcóticos, la mayoría de los observadores la interpreta como una estrategia de máxima presión contra el gobierno de Nicolás Maduro, generando una grave crisis geopolítica en la región.










