
La reforma tributaria del gobierno Petro, que busca un recaudo de 26,3 billones de pesos, ha sido ampliamente criticada por su carácter regresivo. El aumento del IVA a los combustibles es el punto más polémico, ya que se prevé que impactará fuertemente a la clase media y popular, contradiciendo la narrativa oficial de que solo afectará a los más ricos.