
La revocación de la visa del presidente Petro marca un nuevo mínimo en las relaciones entre EE. UU. y Colombia, a raíz de su llamado a la desobediencia militar estadounidense con respecto a Gaza.
El incidente ha desatado una crisis diplomática, en la que Colombia alega violaciones del derecho internacional y algunos de sus funcionarios renuncian a sus propias visas en protesta.










