
La revocación de la visa del presidente Petro por parte de EE.
UU. tras su discurso en Nueva York ha provocado una severa crisis diplomática.
Mientras Washington califica sus acciones de “incendiarias”, Bogotá alega una violación de la inmunidad diplomática y las normas de la ONU, generando un profundo debate sobre el futuro de las relaciones bilaterales y los límites de la libertad de expresión de los líderes mundiales.










