
El cierre del gobierno, originado por una disputa partidista sobre el presupuesto de salud, ha suspendido servicios federales y dejado a miles de empleados sin sueldo. El presidente Trump ha aprovechado la crisis para amenazar con recortes y despidos en agencias que considera de tendencia demócrata, agudizando la tensión política y generando una significativa incertidumbre económica.










