
La administración Trump medió con éxito la primera fase de un acuerdo de paz entre Israel y Hamás, que incluye un alto al fuego y la liberación de rehenes, siendo aceptado por ambas partes. Este logro diplomático ha posicionado a Trump como una figura central en la política de Medio Oriente, generando peticiones para que reciba el Premio Nobel de la Paz y planes para una visita presidencial a la región.










