
El acuerdo de alto el fuego en Gaza, mediado por Donald Trump, representa un logro diplomático clave para su administración, que incluye la liberación de rehenes y el despliegue de tropas estadounidenses. A pesar del triunfalismo de la Casa Blanca y la planificación de una visita presidencial a la región, persisten dudas significativas sobre la viabilidad y sostenibilidad del plan a largo plazo.









