
La agresiva campaña militar de la administración Trump contra supuestas narcolanchas ha causado un número significativo de muertes y ha sido condenada internacionalmente. A pesar de que Washington la defiende como una acción necesaria en su guerra contra las drogas, críticos, incluida la ONU, la califican como una serie de ejecuciones extrajudiciales que violan el derecho internacional.













