Noticias cortas: La crisis en Gaza

Un acuerdo de paz, mediado por Estados Unidos y potencias regionales, ha puesto fin a dos años de guerra en Gaza, estableciendo un alto al fuego y un marco para la liberación de rehenes y la ayuda humanitaria, en lo que se considera un hito diplomático para la administración Trump.

La liberación de los 20 rehenes israelíes vivos que quedaban en Gaza, tras más de dos años de cautiverio, representa un cumplimiento clave del acuerdo de paz y un momento de gran alivio y celebración nacional en Israel.

La liberación de Elkana Bohbot, ciudadano colombo-israelí secuestrado en el festival Nova, representa un éxito diplomático y un momento de gran alegría para su familia, que lideró una campaña internacional durante sus 738 días de cautiverio.

El acuerdo de paz incluyó la liberación de casi 2.000 prisioneros palestinos por parte de Israel, un gesto recíproco a la entrega de rehenes que fue celebrado en los territorios palestinos, aunque empañado por denuncias de maltrato y la deportación de algunos liberados.

La tregua ha abierto un corredor vital para la ayuda humanitaria en Gaza y ha permitido el regreso de miles de desplazados, quienes ahora se enfrentan a la abrumadora tarea de reconstruir sus vidas en un territorio devastado por la guerra.

La visita de Donald Trump a Israel y su aclamado discurso en la Knéset solidificaron su imagen como artífice del acuerdo de paz, reafirmando la alianza EE. UU.-Israel y generando controversia con su petición de indulto para Netanyahu.

Aunque el alto al fuego está en vigor, el futuro de Gaza sigue siendo incierto. La paz a largo plazo depende de la compleja y aún no resuelta cuestión de la gobernanza del enclave y el desarme efectivo de Hamás, una exigencia clave para Israel.

La cumbre de paz en Sharm el Sheij formalizó el acuerdo para Gaza con la firma de Estados Unidos, Egipto, Qatar y Turquía, destacando el esfuerzo diplomático internacional para poner fin al conflicto, aunque sin la presencia directa de Israel y Hamás en el acto.

El intercambio de los cuerpos de fallecidos se ha convertido en un grave punto de fricción, con Israel denunciando la entrega de un cuerpo no identificado y fuentes palestinas acusando a Israel de maltratar los cadáveres devueltos, lo que evidencia la fragilidad del acuerdo.

La comunidad internacional ha reaccionado mayoritariamente de forma positiva al acuerdo de paz en Gaza, aunque las posturas varían: mientras algunos líderes celebran el fin de la guerra, otros mantienen una postura cautelosa o critican aspectos específicos del pacto, como la deportación de prisioneros.