
La orden de Benjamín Netanyahu de reanudar los bombardeos sobre Gaza ha provocado el colapso del alto el fuego, resultando en más de 100 muertes de palestinos, incluyendo un gran número de niños, y poniendo en jaque el proceso de paz.
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La orden de Benjamín Netanyahu de reanudar los bombardeos sobre Gaza ha provocado el colapso del alto el fuego, resultando en más de 100 muertes de palestinos, incluyendo un gran número de niños, y poniendo en jaque el proceso de paz.

La ruptura de la tregua se fundamenta en acusaciones cruzadas: Israel culpa a Hamás de atacar a sus tropas y retener cuerpos de rehenes, mientras que Hamás niega las acusaciones y reafirma su compromiso con el acuerdo, evidenciando una desconfianza mutua que impide la paz.

Gaza sufre una grave crisis humanitaria con casi 70.000 muertos y riesgo de hambruna, una situación exacerbada por la ayuda insuficiente y el bloqueo de convoyes humanitarios por parte de extremistas israelíes en el cruce de Kerem Shalom.

El plan de paz de Donald Trump para Gaza, que incluye una fuerza internacional, está en peligro debido a la violencia. Altos funcionarios estadounidenses, como Marco Rubio y J.D. Vance, están en la región intentando rescatar el acuerdo y advirtiendo contra acciones que lo socaven.

El futuro gobierno de Gaza es incierto. Estados Unidos veta la participación de Hamás, mientras el acuerdo de paz contempla una retirada israelí por fases y se propone una fuerza internacional, pero el vacío de poder y la inestabilidad persisten.

Los recientes ataques israelíes en Gaza han dejado un saldo trágico de más de 100 muertos en un solo día, con un número alarmante de niños entre las víctimas. El total de fallecidos desde el inicio del conflicto se acerca a los 70.000, subrayando el inmenso costo humano de la guerra.

La aprobación preliminar de una ley en Israel para anexar Cisjordania desató una crisis con Estados Unidos. Altos funcionarios estadounidenses la calificaron de “muy estúpida” y advirtieron que pone en grave peligro el plan de paz regional impulsado por Washington.

Organismos internacionales como la CIJ han intervenido, ordenando a Israel facilitar el acceso humanitario a Gaza.
Sin embargo, el gobierno israelí ha rechazado estas decisiones y mantiene su veto a la UNRWA, generando tensiones en el ámbito del derecho internacional.

El conflicto de Gaza está atrapado en un ciclo destructivo donde las treguas son rápidamente rotas por nuevas ofensivas y acusaciones mutuas.
Este patrón de violencia intermitente impide cualquier avance hacia una paz estable y duradera en la región.

La situación de los rehenes y los cuerpos de fallecidos es un factor crucial que influye directamente en la escalada del conflicto. Israel justifica ataques por demoras en la repatriación, mientras Hamás condiciona las liberaciones al cese de hostilidades, convirtiendo el tema en un punto central y altamente sensible de las negociaciones.