
El peso colombiano se fortaleció significativamente hasta alcanzar mínimos de más de un año, impulsado principalmente por la debilidad global del dólar tras la publicación de datos de empleo decepcionantes en EE.
UU.
Este fenómeno favoreció a las monedas de mercados emergentes y consolidó las expectativas de una política monetaria más laxa por parte de la Reserva Federal.