
El peso colombiano se ha fortalecido significativamente, cotizando por debajo de los $4.000, impulsado por altas tasas de interés locales y la debilidad global del dólar.
Aunque los analistas prevén una tendencia lateral con posible depreciación moderada a fin de año, el escenario actual beneficia a importadores y viajeros, aunque la volatilidad sigue siendo un riesgo.