
La eliminación de la Selección Colombia Sub-20 en semifinales del Mundial ante Argentina se debió a una combinación de falta de definición, errores individuales clave como la expulsión de Jhon Rentería, y la sensible ausencia de su goleador Néiser Villarreal. A pesar de una presentación competitiva, la derrota reavivó el debate sobre la fortaleza mental del equipo en partidos decisivos y dejó al técnico César Torres asumiendo la responsabilidad de no haber alcanzado la final.










