
El asesinato de Jaime Esteban Moreno ha provocado una ola de indignación nacional, centrando el debate público en la violencia e intolerancia. Mientras el proceso judicial avanza contra los dos principales sospechosos, Juan Carlos Suárez y Ricardo González, persisten interrogantes sobre el móvil del crimen y la posible implicación de terceros, en un caso que evidencia profundas fracturas sociales.












