
El fallecimiento de monseñor Libardo Ramírez Gómez marca la partida de una figura clave de la Iglesia católica colombiana. Es recordado por su liderazgo pastoral en Armenia y Garzón, su pericia en derecho canónico y su firme postura en asuntos políticos nacionales, dejando un legado de guía espiritual y una defensa inquebrantable de sus convicciones.