
El asesinato del patrullero David Rodríguez Navarro en Cajibío es un trágico reflejo de la escalada de violencia de las disidencias en el Cauca. El ataque coordinado y la angustia de los uniformados evidencian la compleja situación de orden público y el desafío que enfrenta el Estado para proteger tanto a su fuerza pública como a la población civil.