
La captura de Ronald Stiven Trigos Rodríguez en Ocaña por decapitar palomas con sus dientes ha generado una fuerte reacción pública. El caso, que está siendo investigado bajo el delito de maltrato animal agravado, pone de manifiesto la brutalidad del acto y suscita interrogantes sobre la salud mental del implicado y la efectividad de las leyes de protección animal en Colombia, mientras las autoridades avanzan en el proceso judicial para determinar las sanciones correspondientes.