
La operación "Cumbre de Fuego" de Israel en Doha, dirigida contra líderes de Hamás, representa una escalada militar significativa. Aunque Israel la justifica como una respuesta necesaria al terrorismo, el ataque ha sido ampliamente condenado, especialmente por la nación anfitriona, Catar, y pone en grave peligro las negociaciones de alto el fuego mediadas por Estados Unidos.