
Cúcuta atraviesa una crítica situación de orden público, con más de 125 asesinatos en el año y ataques directos a la Fuerza Pública.
La violencia, atribuida a disputas entre grupos criminales, ha obligado a la alcaldía a declarar la alerta máxima y ha generado un profundo temor en la comunidad y los gremios económicos.