
La quema sistemática de vehículos comerciales en Cúcuta y sus alrededores constituye una grave crisis de seguridad y económica, impulsada por la extorsión de grupos armados. Aunque las autoridades han logrado una primera respuesta operativa, la persistencia de los ataques subraya la urgente necesidad de una estrategia de seguridad integral para proteger al sector transportador y garantizar el abastecimiento en la región.