
La tregua firmada por 'Los Costeños' y 'Los Pepes' es un hito en la búsqueda de la paz urbana en Barranquilla, comprometiendo un cese de homicidios y extorsiones hasta 2026. Aunque genera esperanza y ya se asocia con una leve reducción de la criminalidad, el acuerdo enfrenta escepticismo sobre su sostenibilidad y críticas por negociar con estructuras criminales, dejando a la ciudad en una cautelosa espera por resultados concretos.