
La revocatoria de la visa estadounidense al presidente Gustavo Petro, tras su llamado a la desobediencia militar en Nueva York, ha provocado una grave crisis diplomática. La reacción desafiante de Petro y la condena de la oposición colombiana profundizan la brecha en una relación bilateral históricamente estratégica, generando incertidumbre sobre el futuro de la cooperación en seguridad y economía.










