
Colombia enfrenta un grave problema de desempleo juvenil, con tasas que superan el 17 % y casi 2,5 millones de jóvenes que no estudian ni trabajan.
Las causas principales son la falta de experiencia y la brecha entre la educación y las demandas del mercado laboral, lo que perpetúa la informalidad, la desigualdad y limita el desarrollo nacional.