
La inclusión del presidente Gustavo Petro y su entorno en la ‘Lista Clinton’ por parte de EE. UU. marca un punto de inflexión y deterioro histórico en la relación bilateral. La medida, justificada por el aumento en la producción de cocaína, ha sido catalogada por Colombia como una agresión política, desencadenando una profunda crisis diplomática con consecuencias políticas y financieras significativas.












