
Donald Trump firmó una ley para reabrir el gobierno tras un cierre récord de 43 días, causado por un impasse presupuestario sobre la ley de salud. La parálisis provocó graves interrupciones, como la cancelación de miles de vuelos y la suspensión de salarios a trabajadores federales, y se resolvió con un acuerdo de financiación temporal que pospone el debate central.












