
El aterrizaje de un hidroavión en la Ciénaga de Ayapel después de más de medio siglo simboliza una nueva era de desarrollo y esperanza para la región. Impulsado por una fuerte colaboración público-privada, este hito histórico busca posicionar a Ayapel como un destino ecoturístico de primer nivel, generando oportunidades económicas para las comunidades locales y reescribiendo su futuro.










